La imagen de Rory McIlroy, de rodillas en el hoyo 18 de Augusta National, con la cara contra el césped y lágrimas incontenibles, quedará como un momento icónico en la historia del golf.
Atrás quedó una sequía de diez años y ocho meses sin majors.
Atrás quedaron sus 17 participaciones allí sin festejos.
Atrás quedaron 18 hoyos, más uno adicional de puro sufrimiento.
Ya nada de eso importa.
Rory McIlroy es campeón del Masters..